jueves, 13 de febrero de 2014

Donde el alma gobierna

Pedí piedad
a mi Di-s, 
pedí misericordia
a mis culpas,

supliqué por libertad,
derramé llanto puro, 
sincero, y sané.

Así mis alas se abrieron,
rompieron el caparazón 
detrás de mi espalda,
me sentí pleno, entonces
la oscuridad comenzó  a desvanecer,

el cielo dejó de amenazar mi alma,
mis heridas cicatrizaron y el vuelo
inició, Di-s me llamaba a su encuentro
y yo gustoso me olvide de los terrenales
y corrí a los brazos de eternidad.

La mente no pesa, el cuerpo se aligera
y se sintoniza con el viento, las acciones
son vírgenes, las carencias no existen
 y el amor es fuente de vida
donde el alma gobierna.

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