Hoy ahogué las quejas
de la envidia, esas que
no me dejan ver con claridad
y hablar con sentido.
La duda quiso proponerme
un trato; me dijo que te abandonara,
que tus besos eran
solo un espejismo;
tus caricias un cuento magnífico
que durarían lo que perdura la paz
después de las guerras,
me dijo que ella me daría todo lo que buscaba
estando a su lado,
sin embargo no quise escuchar más
y callé su boca, di media vuelta,
no dije adiós y dejé a incertidumbre
peleando con la ira.
¿Cómo habría de confiarle
mi amor a esos que no saben amar?
¿Cómo habría de dejarte
en ruinas, después de que
me has demostrado que tu vida
me regalas?
¿Por qué habría de perderme
y morir sin ti?
¿Por qué escucharía a quienes
en contra del amor están?
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