viernes, 2 de mayo de 2014

Gran león de Judah

El león no renuncia,
no sabe cuando parar,
se esfuerza a diario,
lo da todo cuando
se es necesario;

si de cuidar
su territorio se trata
el avanza firme hacia
el adversario, lo mira fijamente,
lánza el rugido que le hace
ver quien es el que gobierna.

El sol le es fiel,
con sus rayos de luz
hace incrementar su fuerza,
mientras su melena brilla
con gran intensidad
sobre la Tierra.

Dorado es el rey de reyes,
dorados son sus caballeros,
quienes lo siguen,
quienes lo alaban.

Gran rey, en tu pasos encomendaré
mi camino hoy y siempre,
tú que me das la fuerza, tú que
me guías por senda segura,

tú que me has enseñado
no fallarme más.
Por ti mi pensamiento,
mi fortaleza y mi vida
ofrezco, gran León de Judah.

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